martes, 3 de agosto de 2010

De luces y sentimientos

Al fin pude detectar qué es lo que pasaba en mí,
una tristeza infinita, un duelo cruel que no evita
que piense en ti todo el tiempo, que el espacio gane vida,
que la distancia y el viento lleven contigo el silencio.
Una ruta sin camino, un sendero sin destino,
una búsqueda obligada de conciencia equivocada,
escenarios escapados de sueños enamorados
y en consuelo tu sonrisa, la luz que queda encendida.
Si pudiera yo decirte cómo iluminas mi vida,
estás sin estar presente, sentirte aquí muy cerquita,
gozar sólo el pensamiento del inasible momento,
fortuito encuentro de almas, placeres que nada quitan...

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